lunes, 2 de abril de 2012

QUITT
Jordi Bosch, Lluis Marco y Andreu Benito
Se trata de una obra Peter Handke, que nos cuenta el conflicto personal que tiene Quitt (un importante empresario) con el mundo, y que le lleva a reunirse con otros empresarios para unificar sus tácticas empresariales y así acabar con la competencia, pero pasado un tiempo descubren que les ha traicionado, y que también les ha empujado a ellos a la quiebra. La obra esta concebida de forma muy original, se rompe la cuarta pared, las luces del patio de butacas permanecen solo atenuadas, y los actores exponen sus argumentos paseando entre los espectadores, dirigiéndose directamente a ellos, e implicándolos en lo que sucede en escena. Quitt es un personaje mezquino, que atraviesa una profunda crisis personal, que intenta resolver desde el mas absoluto egoísmo, siente una necesidad enfermiza de ser escuchado e incluso diría que intenta ser conprendido, pero siente un profundo astío por todos los que le rodean, su mujer, sus socios,su mayordomo, incluso un pequeño accionista que actúa como un bufón en la corte. La realidad que se nos presenta sobre el mundo empresarial es realmente descarnada, y de una actualidad incontestable, donde los empresarios se presentan a ratos paternalistas y a ratos vulnerables pero siempre despiadados. Quitt en la cúspide de todo este mundo, manipula todo y a todos para conseguir sus objetivos sin importarle nada, destruyendo todo lo que toca incluido a si mismo. Dicho todo esto añadiré que los actores están estupendos, y que la escenografía minimalista ayuda perfectamente a crear el clima que la obra requiere, pero para mi después de una primera parte excepcional, la segunda parte carece quizá de un poco de ritmo, y hace que salgas con la sensación de que te ha faltado algo. No obstante me parece totalmente recomendable aunque solo sea para que reflexionemos sobre como hemos llegado hasta donde estamos, y cual debería ser nuestra estrategia para defendernos de estas estrategias empresariales tan duras.