En el Festival de Almagro se ha podido disfrutar de la puesta en escena de la obra Coriolano de William Shakespeare en adaptación libre de Àlex Rigola, que también la dirige. Modestamente creo que es una de las mejores propuestas del Festival. La adaptación es muy inteligente, Àlex Rigola se queda con la parte mas política del texto, y para que tenga mas fuerza el mensaje que nos transmite Coriolano, despoja la obra de acción y se centra en la palabra, con lo que nos encontramos con ocho actores en escena austeramente vestidos con pantalones negros y camisas blancas y acompañados de unas sillas, blancas también, con un gran cartel luminoso donde leemos DEMOCRACY y que a medida que avanza la obra nos damos cuenta que mas que una afirmación nos plantea una pregunta, solo se rompe este mundo en blanco y negro con el rojo de la sangre de la guerra en la que Roma esta sumida. Pero la obra no se plantea como una mera exposición de argumentos, sino que en la puesta en escena se rompe la cuarta pared para hablarnos directamente a nosotros, para interpelarnos directamente a nosotros en representación de ese pueblo romano que 
sufre la tiranía y el desprecio de sus dirigentes, y para que pensemos en como estaban y como estamos, cosa que no es difícil porque realmente cuando la obra empieza y Sicinio (Alicia Perez) y Junio Bruto (Marc Rodriguez) presentan sus alegatos te sientes plenamente identificado con lo que se esta describiendo. La puesta en escena resulta espectacular pero sin lugar a dudas las interpretaciones de todos los actores son impresionantes, del primero al ultimo, aunque no puedo dejar de destacar a Joan Carreras, un actor con una capacidad de seducción increíble, que consigue llenar el escenario el solo, apenas empieza a hablar. Como siempre ir a ver al Lliure es sinónimo de disfrutar de buen teatro, de magníficos actores, de puestas en escena con sello propio, en definitiva de teatro con mayúsculas.
sufre la tiranía y el desprecio de sus dirigentes, y para que pensemos en como estaban y como estamos, cosa que no es difícil porque realmente cuando la obra empieza y Sicinio (Alicia Perez) y Junio Bruto (Marc Rodriguez) presentan sus alegatos te sientes plenamente identificado con lo que se esta describiendo. La puesta en escena resulta espectacular pero sin lugar a dudas las interpretaciones de todos los actores son impresionantes, del primero al ultimo, aunque no puedo dejar de destacar a Joan Carreras, un actor con una capacidad de seducción increíble, que consigue llenar el escenario el solo, apenas empieza a hablar. Como siempre ir a ver al Lliure es sinónimo de disfrutar de buen teatro, de magníficos actores, de puestas en escena con sello propio, en definitiva de teatro con mayúsculas. 