jueves, 19 de diciembre de 2013

KATHIE Y EL HIPOPÓTAMO
Ginés García Millán y Ana Belén
Kathie Kennety, una mujer de la alta sociedad limeña, contrata a un profesor universitario, Santiago Zabala, un escritor progresista que embellece las palabras de esta mujer burguesa que no seria capaz de escribir por si misma la historia de su viaje por "el amarillo Oriente y la negra África". A lo largo de sus encuentros en una buhardilla de París interpretaran los hechos que comentan, así como sus recuerdos a través de sus vidas pasadas o posibles, donde aparecerán el marido de ella, un banquero mujeriego obsesionado por el surf, y la esposa de él, una mujer que deja de comportarse como una pequeña burguesa por deseo de su marido para acabar sufriendo las contradicciones infantiles de un hombre insatisfecho con su vida. Un juego de sueños, frustraciones y desencantos con unas vidas que no resultaron ser lo que ninguno imaginó que serían. Magüi Mira dirige la obra que cuenta con una elegante escenografía y una discreta iluminación que se completa con un vestuario años cincuenta, y por la música de piano que interpreta en directo David San José. 
Eva Rufo
En cuanto a los interpretes Ana Belén, canta, baila e interpreta, da vida a Kathie, también en sus recuerdos de juventud (una dama burguesa caprichosa llena de ambiciones frustradas), así como a Adele la joven y fogosa novia del profesor, impecable en todos los registros. Ginés García Millán (me gusto mucho en "los hijos se han dormido", del mismo modo que me horrorizó en "Hamlet") es el contrapunto de su rica patrona, su interpretación para mi tiene muchos altibajos, hay momentos que parece estar en el personaje y otros en los que parece perderse. Completan el reparto Jorge Basanta que esta fantástico tanto cuando interpreta su pasión por el surf como cuando escenifica su desesperación al descubrir su condición de cornudo, y Eva Rufo (a la que descubrí en La Joven de la Compañía Nacional de Teatro Clásico), que actriz tan elegante, no hay papel pequeño para ella, esta maravillosa en su papel de esposa entregada, imprimiéndole un delicioso sentido del humor a su personaje. 
Jorge Basanta, Ana Belén y Eva Rufo
Sin embargo, el texto resulta demasiado plano, desde el principio se sabe como es cada personaje, de donde viene y a donde ha llegado, no hay tensión dramática, y llega ha hacerse largo e incluso repetitivo. Un juego de mentiras y verdades que le acaba dejando a uno un poco frío, a pesar de las buenas interpretaciones.