viernes, 25 de septiembre de 2015

LOS BUITRES
Un hombre y una mujer celebran su décimo aniversario, y lo hacen destrozándose el uno al otro, como buitres alimentándose de los despojos del otro. Los Buitres (o la muerte de los amantes), es un texto de Carles Murillo Magnet, cruel y exquisito, donde esta pareja, que sin duda ha conocido tiempos mejores, se encuentra en plena decadencia tanto de su relación personal como de su posición social. El tiempo ha pasado, viven practicamente aislados del mundo, el ambiente es gélido y todo parece detenido, todo menos su odio, que parece alimentarse del abandono que les rodea. Esta atmósfera asfixiante parece llenarse de oxigeno cuando llega de forma inesperada un viejo amigo. Pero lo que en principio parece una bocanada de aire fresco acaba trayendo al presente el pasado que compartieron, y esto hace que con los recuerdos, afloren también recelos, reproches y mucho resentimiento. Unos diálogos cargados de sarcasmo, palabras que se lanzan como cuchillos, pero sin llegar ha hacer sangre, por que en el fondo, se odian tanto como se aman, tanto como se necesitan para eludir el miedo a la soledad, a la enfermedad y a la muerte. Atrapan a las pocas personas que se les acercan y los utilizan para seguir manteniendo vivo su juego cruel. 
La escenografía es una maravilla, en el centro una mesa con candelabros, flores secas y platos vacíos donde cena la pareja, todo parece cubierto de polvo y devorado por la naturaleza que les rodea, gracias al efecto que producen las gasas que lo cubren todo y a las ramas que parecen atravesar el techo y las paredes (uno no puede evitar imaginar que se encuentra en una mansión decadente en lo alto de alguna colina aislada), sin olvidar el acertado efecto que aporta la escasa iluminación y el estupendo vestuario de Pier Paolo Alvaro. 
Todo parece muerto o a punto de morir, y los protagonistas se mueven alrededor de la mesa en una hermosa danza que parece precipitarles hacia la nada. 
Los cuatro protagonistas están fantásticos Josi Cortes, es la sirvienta, vive humillada, pero tras intentar huir de ellos vuelve al darse cuenta que esos crueles jefes son lo único que tiene en el mundo, Xavier Murua es el amigo, viene a ayudarles porque se siente en deuda con ellos, tiene una vida feliz y una familia perfecta, pero cuando acabe la velada y consiga huir de sus anfitriones se dará cuenta de que ha pagado un alto precio a cambio de nada, esta impecable componiendo un personaje débil, asustadizo y lleno de angustia. Pero sin duda destaca muy especialmente el trabajo de la pareja protagonista impresionante Carmen Mayordomo, tan fuerte a pesar su aspecto frágil, serena un momento y a punto de estallar al instante siguiente, intentando ser dueña absoluta de su futuro, con esa mirada intensa que todo lo observa y esa lengua afilada con la que intenta protegerse, capaz de humillar y mentir para seguir sobreviviendo; y Mario Zorrilla, que esta imponente, manteniendo un pulso despiadado con su mujer, impetuoso, soberbio, sombrío y despiadado. 
Todos se mueven en un circulo vicioso implacable y feroz donde acabaran devorándose como buitres.
Una vez mas La Pensión de las Pulgas nos regala una deliciosa e interesante propuesta llena de sarcasmo que no deja indiferente. 
"Hace mucho tiempo conocía un monologo maravilloso sobre la traición y la amistad perdida. Muy triste pero muy bonito..." "Te odio, querida. No sabes bien como te odio querida".