lunes, 16 de noviembre de 2015

EL PUBLICO
En el Teatro de la Abadía se puede disfrutar "El público" escrita en 1930 por Federico García Lorca y que dirige de forma magistral Àlex Rigola al que sin duda le estimulan los retos (impresionantes sus montajes de 2666, El policía de las ratas, Días mejores... y tantas otras). 
El publico, nos adentra en un mundo onírico, irrepetible y perturbador donde a través de un juego de máscaras, en el que se superponen ficción y realidad, y en el que las identidades se encuentran en continua metamorfosis, persiguiendo sin cesar la Autenticidad, la Honestidad y la Libertad. 
Se trata de una obra de una gran belleza que nos adentra en la mente del autor, en un momento de crisis personal del poeta y dramaturgo, donde por un lado habla del deseo, del amor homosexual (una forma mas de amor) para reivindicar el amor como algo esencial y transformador
Estudiante 1-"¿Y si yo quiero enamorarme de un cocodrilo?
Estudiante 4-Te enamoras.
Estudiante 1-¿Y si quiero enamorarme de ti?
Estudiante 4-Te enamoras también, yo te dejo."
Por otra parte habla del teatro, del teatro bajo la arena mas pegado al autor, mas autentico y mas comprometido frente al teatro al aire libre digamos que mas superficial, convencional y también menos comprometido. 
Una sensacional forma de asomarse al extraordinaria universo de Federico García Lorca.
Desde que entras en el teatro, te reciben unos personajes sin rostro y una banda de música en directo, que te transportan a un universo onírico gracias a la maravillosa iluminación de Carlos Marquerie, la estupenda ambientación sonora de Nao Albert, el espectacular vestuario de Silvia Delagneau y por supuesto el impresionante espacio escénico que crea Max Glaenzel, una gran cortina de tiras plateadas lo rodea todo,  grandes lamparas que cuelgan del techo y una montaña de corcho que simula ser arena donde se abrirá un sepulcro. 
En cuanto al elenco están soberbios del primero al último, Nao Albert, Jesús Barranco, David Boceta, Juan Codina, Laia Duran, Irene Escolar, María Herranz, Jaime Lorente, David Luque, Pau Roca, Pep Tosar, Jorge Varandela, Nacho Vera y Guillermo Weickert,es impresionante el trabajo interpretativo que nos regalan. 
La obra es conmovedora, con momento realmente sobrecogedores como el de la canción que interpreta Nao Albert (el pastor bobo) y al que acompaña Laia Duran bailando. 
Un espectáculo redondo lleno de magia, emoción y pasión, un viaje poético que te transporta, suscribo totalmente lo que apunta Rigola en el programa de mano "me gusta el teatro por su posibilidad de NAVEGANTE: viajar, soñar, encontrar, perderme, estar dentro de algo irrepetible.". Sin duda El público nos regala un viaje sin limites, lleno de imaginación, un torrente poético bellisimo que nos acompañará mucho tiempo.
Una autentica delicia dejarse seducir por propuestas tan interesantes como esta.
El pastor bobo
El pastor bobo guarda las caretas,
las caretas
de los pordioseros y de los poetas
que matan a las gipaetas
cuando vuelan por las aguas quietas.
Careta
de los niños que usan la puñeta
y se pudren debajo de una seta.
Careta
de las águilas con muletas.
Careta de la careta
que era de yeso de Creta
y se puso de lanita color violeta
en el asesinato de Julieta.
Adivina, adivinilla, adivineta,
de un teatro sin lunetas
y de un cielo lleno de sillas
con el hueco de una careta.
Balad, balad, balad, caretas.
Los caballos se comen la seta
y se pudren bajo la veleta.
Las águilas usan la puñeta
y se llenan de fango bajo el cometa.
Y el cometa devora la gipaeta 
que rayaba el pecho del poeta.
¡Balad, balad, balad, caretas!
Europa se arranca las tetas,
Asia se queda sin lunetas
y América es un cocodrilo
que no necesita careta.
La musiquilla, la musiqueta
de las púas heridas y la limeta.