domingo, 20 de diciembre de 2015

LOS ATROCES
La compañía Teatro defondo sube al escenario Los Atroces basada en la sangrienta historia de los Átridas, (los Átridas son los descendientes de Atreo, rey de Micenas, en la mitología griega, linaje maldecido por los dioses porque se fundó a partir de la sangre de Tiestes, hermano gemelo de Atreo aunque la maldición es incluso anterior a Atreo, pues ya su abuelo Tántalo intento robar el néctar y la ambrosía de los dioses, además de servir a su propio hijo Pelope como cena, toda una historia marcada por los asesinatos, el incesto, el parricidio y el infanticidio), y lo hace de forma sublime, convirtiendo esta saga griega en una familia española cuya historia recorre el siglo XX hasta llegar a nuestros días donde viven Orestes y Electra. 
La obra comienza cuando Orestes se despierta angustiado sin recordar lo que acaba de hacer, iniciando así un viaje en busca de los errores de la familia de la mano de los fantasmas de las generaciones pasadas. Estos fantasmas que habitan el desván de la memoria le ponen un toque de humor e incluso de humanidad a una historia cargada de traiciones, canibalismo, incesto, asesinatos y violaciones, una maldición que los persigue y que parece imposible romper. Juntos han asumido su condición y desde su vagar eterno intentan guiar a Orestes que intentara romper con su trágico destino, 
"todos arrastramos un crimen irreparable 
a cada paso creemos dejarlo atrás 
y sin embargo, al girar la mirada, 
está en nuestra espalda 
y ni siquiera lo comprendemos 
y pensamos 'No fui yo, no fui yo quien lo hizo'."
Un autentico culebrón con ritmo de pasodoble que se desarrolla en un escenario practicamente vacío, donde el escaso mobiliario esta envuelto por grandes telas blancas y unas enormes gasas cubren el fondo dando la sensación de estar en una casa abandonada o deshabitada desde hace años, tenuemente iluminada donde no sorprende encontrar fantasmas. Estupendo el vestuario de Val Barreto. 
La dramaturgia y la dirección de Vanessa Martínez es soberbia. Dando vida a este inteligente texto están seis magníficos actores que se desdoblan en varios personajes como ya nos cuentan con mucha gracia en la introducción, gran idea también pintar el complicado árbol genealógico en el suelo como guia para no perderse con el nutrido numero de miembros de esta larga saga familiar. Nuria Benet (Hipodamia, Electra), Mon Ceballos (Orestes), Pablo Huetos (Tántalo, Atreo, Psicólogo), Vicenç Miralles (Pélope, Agamenón), Pedro Santos (Tiestes, Mírtilo, Egisto) y Gemma Solé (Clitemnestra, Dione, Pelopia), los seis están enormes dando los matices necesarios a cada uno de los personajes que encarnan, una exhibición interpretativa y todo un lujo. 
  Los atroces, una historia sobre la culpa, que nos acerca a la mitología de una forma original y diferente. Una obra que combina tragedia e ironía, conmovedora y escalofriante a partes iguales que sorprende y apasiona. 
Un deleite para los sentidos que espero que vuelva pronto a subirse a las tablas. 
Muy, pero que muy, recomendable.